1) La universidad no es necesaria.
Vivimos en la época de la información. Absolutamente todo está online.
Esto quiere decir, que cada herramienta o práctica nueva en la industria, está en el internet.
En una universidad, para poder añadir algo nuevo al currículum de una carrera, se requiere de muchos pasos.
Juntas con los profesores, con los de planeación, con los estudiantes, con los directivos…
Ves hacia donde voy, ¿no?
Las universidades van a quedarse atrás porque no se logran adaptar rápido a la nueva información.
Y si no te adaptas rápido en el campo de la tecnología, vas a perder.
2) No necesitas 4 años para aprender
El internet nos ha ayudado a comprimir el tiempo que toma en aprender cosas nuevas.
Muchas empresas como Google están sacando certificados de carrera de 6 meses que normalmente toman 4 años en una universidad.
En 4 años de universidad hay mucho relleno.
En este momento no me logro acordar ni de un 20% de lo que aprendí en toda mi carrera.
En 3 meses de Bootcamp pude aprender todo lo fundamental para conseguir un trabajo como desarrollador.
O si no pregúntale a Raúl, que con un video mío de 30 minutos fue capaz de aplicarlo todo para conseguir su primer trabajo como desarrollador:

3) Un buen profesor hace toda la diferencia
Si te pones a pensar en todas esas clases que te han gustado a lo largo de tu vida, hay algo que todas tienen en común.
En todas, seguramente tuviste a un profesor que no solo te daba la información y ya, sino que te volvía aún más curioso acerca del tema del que hablaba.
Yo puedo hablar de uno de mis profesores favoritos de mi vida acá en USA en mi último año de colegio.
La clase era de historia de USA.
Yo nunca estuve interesado en la historia, pero la forma en la que ese señor contaba todo, me hacía estar fascinado.
Sentía que quería saberlo todo.
Con ese sentimiento de curiosidad nacemos todos, pero tristemente lo vamos perdiendo por varias razones.
El hecho de que es más importante tener una buena nota en el colegio o universidad que explorar los temas que te interesan.
Tener que conformarte con un trabajo que sea “real”.
O tener que lidiar con profesores que no tienen pasión por lo que enseñan.
En el Bootcamp tuve la suerte de tener uno de los mejores profesores que he tenido en mi vida.
No solo me enseñó muchísimo, sino que por primera vez en mucho tiempo, me hizo recuperar esa curiosidad con la que todos nacemos.
Gracias a la curiosidad es que comparto mi experiencia con gran pasión en YouTube.
Gracias a un gran profesor es que estoy donde estoy.
Si estás leyendo hasta acá, y te has sentido identificado con lo que dije, tengo una oferta que te va a gustar...